Ser autónomo puede ser una tarea ardua y complicada, en la que hay muchos detalles que tener en cuenta. Uno de ellos es el IVA, un impuesto que debes pagar por las compras que realizas y que, en algunos casos, puedes desgravar. En este artículo te explicamos cómo desgravar el IVA siendo autónomo, los gastos deducibles y el IVA deducible.
¿Qué es el IVA deducible?
El IVA deducible es el impuesto que puedes desgravar en las facturas de compra que hayas realizado para tu actividad profesional. Es decir, puedes recuperar el IVA que has pagado por los productos o servicios que necesitas para desarrollar tu trabajo.
Sin embargo, no todo el IVA que pagas es deducible. Solo puedes deducir el IVA que se corresponde con gastos necesarios y relacionados con tu actividad profesional. Por ejemplo, si compras un ordenador para trabajar, el IVA que has pagado por ese ordenador es deducible. Pero si compras un ordenador para uso personal, ese IVA no es deducible.
Gastos deducibles en el IVA de los autónomos
Para saber qué gastos son deducibles y cuáles no, la Agencia Tributaria establece una serie de criterios. Estos son algunos de los gastos que puedes desgravar como autónomo:
- Material de oficina y papelería: el IVA que pagas por bolígrafos, libretas, papel, carpetas, etc., es deducible si los compras para tu actividad profesional.
- Gastos de luz, agua y teléfono: si tienes un despacho en tu casa o en una oficina, puedes desgravar el IVA correspondiente a los gastos de luz, agua y teléfono que utilices exclusivamente para tu actividad.
- Gastos de transporte: el IVA que pagas por los billetes de avión, tren o autobús que necesitas para viajar por motivos profesionales es deducible.
- Gastos de publicidad: el IVA que pagas por la publicidad de tu negocio (anuncios en prensa, radio, televisión, etc.) también es deducible.
Gastos no deducibles en el IVA del autónomo
Los gastos no deducibles en el IVA del autónomo son aquellos que no están directamente relacionados con tu actividad profesional o que no se consideran necesarios para el desarrollo de la misma. Entre ellos, podemos destacar los siguientes:
- Gastos personales: los gastos que no estén relacionados con tu actividad profesional no son deducibles en el IVA. Por ejemplo, si compras un teléfono móvil para uso personal, no podrás deducir el IVA correspondiente en tu declaración de impuestos.
- Bienes de inversión: los bienes de inversión, como maquinaria o vehículos, tienen un régimen especial en cuanto a su deducibilidad en el IVA. En general, solo podrás deducir el IVA correspondiente en la medida en que se utilicen para la actividad profesional.
- Gastos de representación: los gastos de representación, como comidas o regalos a clientes o proveedores, solo son deducibles en el IVA en la medida en que estén directamente relacionados con la actividad profesional y sean necesarios para su desarrollo.
- Gastos financieros: los gastos financieros, como intereses de préstamos o comisiones bancarias, no son deducibles en el IVA.
- Multas y sanciones: las multas y sanciones impuestas por las autoridades no son deducibles en el IVA.
Es importante tener en cuenta que estos gastos no deducibles pueden variar en función del régimen de IVA al que estés acogido y de las normativas fiscales en vigor. Por ello, es fundamental contar con un buen asesoramiento fiscal y contable para evitar errores y problemas con Hacienda.
Diferencia entre IVA soportado e IVA repercutido
Por último, es importante tener en cuenta la diferencia entre el IVA soportado y el IVA repercutido. El IVA soportado es el impuesto que pagas por las compras que realizas. Es decir, es el IVA que pagas a tus proveedores cuando les compras un producto o un servicio.
El IVA repercutido es el impuesto que debes cobrar a tus clientes por los productos o servicios que les vendes. Es decir, es el IVA que se añade al precio final de venta y que debes ingresar en Hacienda.
La diferencia entre ambos impuestos es lo que realmente debes pagar a Hacienda. Si el IVA repercutido es mayor que el IVA soportado, debes pagar la diferencia. Si, por el contrario, el IVA soportado es mayor que el IVA repercutido, podrás desgravar la diferencia en tu declaración de impuestos.
Para desgravar el IVA siendo autónomo debes tener en cuenta los gastos deducibles, aquellos que estén relacionados con tu actividad profesional. También debes saber que no todos los gastos que pagas tienen IVA deducible, y que debes diferenciar entre el IVA soportado y el IVA repercutido para saber qué cantidad debes pagar o desgravar en tu declaración de impuestos.
Otra forma de optimizar la deducción del IVA es a través de la factura electrónica, ya que esta permite una mayor automatización en la gestión y control de las facturas y gastos.
Desgravar el IVA siendo autónomo puede suponer un importante ahorro en tu actividad profesional, pero es importante conocer las normativas y condiciones establecidas por la Agencia Tributaria. Llevar un control riguroso de tus facturas y gastos, así como elegir el régimen de IVA que mejor se adapte a tu negocio, pueden ser clave para optimizar la deducción del IVA y evitar problemas con Hacienda.
Recuerda que siempre es recomendable consultar con un profesional para resolver cualquier duda o cuestión relacionada con la fiscalidad de tu negocio. Si eres autónomo y necesitas ayuda con los trámites y gestiones relacionados con la deducción del IVA, en Gestoría Soriano podemos ayudarte. Contamos con un equipo de profesionales especializados en asesoría fiscal y contable que pueden ofrecerte asesoramiento personalizado y resolver todas tus dudas sobre el IVA y otros impuestos.