Jubilación y trabajo por cuenta propia: ¿es posible?

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Muchas personas que llegan a la edad de jubilación se preguntan si pueden seguir generando ingresos sin perder su pensión. La compatibilidad entre jubilación y trabajo por cuenta propia es un tema que genera dudas, pero la normativa permite que, en ciertos casos, un jubilado pueda ser autónomo. Es importante conocer las condiciones y requisitos para evitar problemas legales o económicos.

La legislación establece diferentes escenarios según el tipo de jubilación. Si la jubilación es ordinaria y completa, cualquier actividad remunerada puede suspender el cobro de la pensión, salvo en casos de jubilación activa. En cambio, la jubilación parcial o flexible permite combinar la pensión con ingresos por trabajo, aunque con ciertas reducciones. Para evitar inconvenientes, es fundamental analizar cada situación y conocer las implicaciones fiscales y legales.

Trabajar como autónomo tras la jubilación

Si un pensionista desea ejercer una actividad económica, debe evaluar si su situación permite seguir trabajando como autónomo sin perder la pensión. Existen diferentes modalidades, como la jubilación activa para autónomos, que permite compaginar ingresos por actividad laboral con la pensión, aunque con reducciones en la prestación. Además, un autónomo jubilado puede seguir gestionando su negocio, siempre que cumpla con las normativas vigentes y las obligaciones fiscales correspondientes.

Para acogerse a la jubilación activa y seguir trabajando como autónomo, es necesario haber alcanzado la edad de jubilación ordinaria y haber cotizado el número mínimo de años exigido. En este caso, el jubilado podrá percibir el 50% de su pensión mientras mantiene su actividad económica. En algunos casos, si se tienen trabajadores a cargo, la pensión podría mantenerse al 100%. Sin embargo, es necesario abonar la cotización correspondiente a la Seguridad Social.

Otro aspecto relevante es la posibilidad de jubilarse y seguir trabajando como autónomo de forma parcial. En este caso, la pensión se reduce proporcionalmente al tiempo trabajado, permitiendo una transición más flexible hacia el retiro total. Esta modalidad es ideal para aquellos que desean mantener cierta actividad sin renunciar por completo a sus ingresos pasivos.

Facturación y otras formas de ingreso tras la jubilación

Uno de los aspectos más consultados es cómo facturar si estoy jubilado. Un jubilado puede emitir facturas sin darse de alta como autónomo si la actividad es esporádica y no alcanza el umbral establecido por la Seguridad Social. Sin embargo, si la actividad es recurrente, es necesario darse de alta y cumplir con las obligaciones tributarias. También es clave conocer si un pensionista puede tener otros ingresos sin afectar su pensión y cómo tributar correctamente para evitar sanciones.

Existen alternativas para aquellos que desean generar ingresos sin incumplir la normativa. Entre ellas, destacan:

  • Trabajo esporádico sin ser autónomo, siempre que no supere los límites establecidos por Hacienda y la Seguridad Social.
  • Creación de una sociedad o negocio, permitiendo que el jubilado siga vinculado a su empresa sin figurar como autónomo.
  • Ingresos pasivos, como alquileres, inversiones o derechos de autor, que pueden complementar la pensión sin necesidad de trabajar activamente.

Es fundamental consultar con un asesor fiscal para determinar la mejor estrategia según cada caso. La normativa puede cambiar y es importante conocer las implicaciones fiscales y legales de cada decisión.

Darse de alta como autónomo tras la jubilación: ¿es obligatorio?

Una de las dudas más comunes es si es obligatorio darse de alta como autónomo tras la jubilación. La respuesta depende del nivel de ingresos y de la habitualidad de la actividad. Si los ingresos no superan el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y la actividad es esporádica, es posible facturar sin necesidad de registrarse como autónomo. Sin embargo, si la actividad es recurrente y supera este umbral, es obligatorio darse de alta en la Seguridad Social y cumplir con las obligaciones fiscales.

Jubilación activa vs. Jubilación flexible: Diferencias clave

Es importante distinguir entre la jubilación activa y la jubilación flexible, ya que ambas opciones permiten seguir trabajando tras la jubilación, pero con condiciones diferentes:

  • Jubilación activa: Permite compatibilizar el trabajo con el cobro de la pensión, aunque con una reducción del 50% en la prestación. Si se tienen trabajadores a cargo, la pensión puede mantenerse al 100%.
  • Jubilación flexible: Permite volver a trabajar después de haberse jubilado, pero implica una reducción proporcional de la pensión en función de las horas trabajadas.

¿Qué ocurre si un autónomo se jubila y tiene empleados?

Otro tema de gran importancia es el impacto de la jubilación en los trabajadores a cargo de un autónomo. Si un autónomo jubilado es titular de un negocio, debe tomar decisiones sobre el futuro de su empresa. Existen varias opciones, como ceder la gestión a un familiar, contratar a un administrador o vender la actividad. En cualquier caso, es fundamental realizar una correcta planificación para garantizar la continuidad del negocio sin afectar a los empleados.

Si un autónomo se jubila y decide cerrar su negocio, debe cumplir con todas las obligaciones legales, incluyendo la liquidación de contratos y el pago de indemnizaciones a los trabajadores. En cambio, si opta por la jubilación activa, podrá seguir gestionando la empresa y manteniendo su equipo laboral.

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 MARIA LUISA LLORENTE SORIANO
MARIA LUISA LLORENTE SORIANO

Licenciada en Administración y Dirección de Empresas, Máster en Profesor de Enseñanza Secundaria por Florida Universitaria (Centro Adscrito a la Universidad de Valencia) y Máster en Gestoría Administrativa por la Universidad Europea de Valencia.
También ha trabajado en diversos proyectos como Asesora de Autoempleo para el Ayuntamiento de Valencia.

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